Breve bitácora de Mi amigo Mozart, en su treinta cumpleaños ,obra teatral para infantes entre 7 y 10 años

 Mi amigo Mozart fue terminada al amanecer de un día que ya no recuerdo en 1991. Transcurrió toda la noche en la terminación de su escritura. Se trata de una obra divertida y ambiciosa, que incluye múltiples recursos.

La envié al Concurso La Edad de Oro, en la edición de ese año, en el género de dramaturgia y ganó el Premio. El jurado estaba presidido por la gran escritora y ser humano que fue Dora Alonso y la acompañaban en sus labores la destacada actriz Xiomara Palacio, fundadora del Teatro Nacional de Guiñol, y el Director Tomás Hernández Guerrero, fundador y Director General del Teatro de La Villa. Creo que ese jurado fue para mí el premio real de aquel certamen.

Acompaño este texto , en otra entrada,con el acta  confeccionada por Dora, en su máquina de escribir, su compañera de mil batallas. Tuvo la gentileza de regalármela luego de darle lectura en el Salón grande del primer piso del Palacio del Segundo Cabo y yo la atesoro como lo que es.

También añado fotos de la reposición de Mi amigo Mozart en el Teatro de la Villa, en 2014, una puesta del Maestro Armando Morales, actor y director, que tuvo como Directora Asistente a María Elena Tomás, actriz y Directora Artística de la Compañía. En el estreno María Elena interpretaba , además al Tío, y el primer actor Félix Leal, interpretaba a la Tía. Pero no tengo fotos de entonces, 2007.

Es una obra que quiero particularmente, posiblemente por mi empatía con Mozart y su creación, y por todo lo que hay dentro de ella misma. Fui muy feliz escribiéndola. Dicen los amigos que es una pena que haya tenido otras puestas en escena, yo creo que es una obra compleja y que tal vez algunos no se atrevan con ella, más allá de otras condiciones que caracterizan la llegada a los escenarios de nuestras obras en Cuba, asunto en el cual influyen varios factores. El primero de ellos es la poca promoción de obras y autores, me refiero a TODAS las obras y a TODOS los autores,  el segundo que la gente de teatro no lee teatro.